Cada pareja tiene una historia única, llena de momentos especiales que merecen ser recordados. Para la sesión de San Valentín de Isabella y Jose Enrique, quise capturar su amor de una manera auténtica y significativa, llevándolos a un pequeño paseo en el bosque donde la naturaleza sirvió de escenario perfecto para reflejar su conexión.
Desde el inicio, su energía fue increíble: risas espontáneas, miradas llenas de complicidad y una alegría contagiosa que hizo que la sesión fluyera con naturalidad. Pero lo que realmente hizo de esta experiencia algo inolvidable fue un detalle especial que preparamos previamente.



 
Antes del día de la sesión, me puse en contacto con cada uno por separado para que escribieran una pequeña carta de amor para el otro. Sin que supieran exactamente lo que el otro había escrito, llegamos al momento más emotivo del día: la lectura de sus cartas.
 


En ese instante, las palabras cobraron vida y crearon una atmósfera mágica. Hubo sonrisas, risas y también miradas llenas de emoción que hablaban más que cualquier imagen.


Presenciar y capturar ese intercambio de sentimientos fue una experiencia increíble, no solo para ellos, sino también para mí como fotógrafo. Más allá de las imágenes, mi objetivo siempre es crear recuerdos que las parejas puedan revivir con el tiempo, y sin duda, este momento quedará guardado en sus corazones.


